
Las peceras y el oxígeno
Se acostumbra a decir que los peces dorados se adaptan fácilmente a su entorno, pero una pecera no siempre es suficiente. Su crecimiento es rápido y produce una gran cantidad de residuos orgánicos, por eso la pecera (o mini-acuario de unos pocos litros) no le permite vivir mucho tiempo en buenas condiciones. El oxígeno se gasta rápidamente en volumen tan pequeño: el pez se asfixia lentamente y se envenena con sus propios residuos (el amoníaco quema las branquias).
Las soluciones
Un acuario con un mínimo de 40-50 litros por animal adulto, un filtro que gira continuamente en el acuario, agua parcialmente cambiada una vez por semana o por quincena (20 a 40% dependiendo del volumen); productos específicos para eliminar el cloro, una dieta variada en cantidad razonable y, finalmente, la compañía de al menos otro pez dorado porque es un animal sociable.