
La alternancia en los aportes de presas vivas, productos frescos y alimentos desecados o congelados permite cubrir las necesidades vitamínicas de los peces.
- La vitamina A actúa sobre la agudeza visual y sobre la retina. Así mismo, favorece la
cicatrización de las heridas. Se encuentra en la mantequilla, los crustáceos, la yema de
huevo y las verduras. - La vitamina D combate el raquitismo y regula el metabolismo del calcio y del fósforo. Es vital para el desarrollo del caparazón y el esqueleto de las tortugas jóvenes, la exposición al sol o, en su defecto, las radiaciones de una lámpara de luz ultravioleta permiten al animal sintetizar esta vitamina. El hígado de los peces, sobre todo del fletan, atún y bacalao, es una fuente muy rica de vitamina D, así como el pescado, gambas, caracoles, yema de huevo y champiñones. La yema de huevo es un excelente reconstituyente para los alevines
- La vitamina K presente en los lípidos de origen vegetal, favorece la coagulación de la sangre.
- Las vitaminas A, D y K son liposolubles y permanecen estables en los alimentos destinados a los peces.
- Las vitaminas B1, B2, B6 y B12, así como el acido fólico, anti anémicos, juegan un papel esencial en el metabolismo de las proteínas. La vitamina B12 forma parte del grupo de los pigmentos amarillos. están presentes en las algas, verduras, pescado, hígado de buey, yema de huevo y levadura de cerveza
- La vitamina C previene el escorbuto y asegura el crecimiento y la regeneración de los tejidos de los peces y reptiles. Se encuentra en la fruta, verduras frescas y huevas de pescado. La mayor parte de los seres vivos, incluidos los peces, realizan la síntesis de esta vitamina.
- La vitamina B3, junto con la vitamina A, juega un importante papel en la formación de la membrana secretora de mucus. Su carencia se manifiesta en lesiones cutáneas y trastornos digestivos. Se encuentra en el corazón de buey, el hígado y gambas